Un flujo financiero eficiente, que abarca desde la solicitud de compra hasta el pago, garantiza transparencia, precisión y control, liberando tiempo y recursos valiosos para enfocar esfuerzos en el crecimiento estratégico de la empresa.
Este artículo explora estrategias fundamentadas en la experiencia y la innovación tecnológica para optimizar la gestión del flujo financiero, otorgando a las empresas nuevos enfoques para una administración financiera alineada con los objetivos corporativos.
Las empresas frecuentemente enfrentan desafíos en la gestión del flujo de compra al pago, que pueden impactar negativamente en la eficiencia y precisión del proceso. Estas limitaciones están habitualmente asociadas con procesos manuales y la no automatización de procesos, lo que aumenta la posibilidad de errores y expone a diario a la empresa.
Un estudio de McKinsey & Company reveló que las empresas pierden hasta un 8% de sus ingresos debido a ineficiencias en el flujo de compra a pago.
Uno de los desafíos más significativos es la falta de visibilidad en todo el proceso que va de la compra al pago. Esto dificulta el seguimiento eficaz de las órdenes de compra y las facturas, lo que puede llevar a retrasos y errores. La ausencia de un sistema integrado puede resultar en una gestión ineficiente y en la falta de información oportuna para la toma de decisiones.
Los procesos manuales son propensos a errores costosos y duplicaciones de pagos. La gestión manual de documentos y la entrada de datos pueden ser inexactas, lo que a su vez puede causar retrasos en el cumplimiento de las obligaciones financieras. La automatización es clave para minimizar estos riesgos y mejorar la precisión del proceso.
El fraude es un riesgo considerable en la gestión del flujo financiero, especialmente cuando no se implementan controles robustos. La falta de medidas preventivas puede dejar a la empresa vulnerable a actividades fraudulentas, que pueden afectar significativamente la integridad financiera.
Desde la perspectiva de la era digital, la transformación es una necesidad en las áreas financieras y, a su vez, un completo desafío. Según el estudio de PwC (2022) “Transformación de la Función Financiera”, el 73% de los directores financieros consideran que la digitalización de las funciones financieras es de alta prioridad.
No obstante, el presupuesto y el tiempo siguen siendo factores limitantes, según el mismo estudio, solo el 44% de los CFO espera un aumento en el presupuesto para digitalización y el 18,5% invierte tiempo en este aspecto.
Optimizar el flujo de la compra al pago ofrece múltiples beneficios tangibles que impactan positivamente en la gestión financiera de las empresas. Una gestión eficiente puede reducir los costos operativos al minimizar los errores y mejorar la eficiencia del proceso.
Una gestión eficiente del ciclo de la compra al pago permite reducir los costos operativos al minimizar errores y evitar duplicaciones de pagos. La automatización de procesos y la integración de sistemas contribuyen a una mayor precisión y eficiencia, lo que resulta en un ahorro significativo en costos administrativos y operativos.
Aberdeen Group estima que las empresas pueden ahorrar hasta un 28% en costos de procesamiento de pagos al automatizar sus flujos de compra a pago.
Agilizar el proceso tiene un impacto directo en la mejora del flujo de caja. Al optimizar el tiempo de procesamiento de facturas y pagos, las empresas pueden gestionar mejor sus recursos financieros y mantener una liquidez adecuada. Esto facilita una mejor previsión financiera y una planificación más efectiva.
La optimización del flujo lleva a una mayor eficiencia operativa. Los procesos automatizados y bien gestionados reducen el tiempo y esfuerzo necesarios para completar las transacciones financieras. Esto libera recursos que pueden ser destinados a actividades estratégicas y de valor agregado, mejorando la competitividad de la empresa.
Una gestión eficiente del flujo financiero proporciona datos más precisos y actualizados, lo que facilita una toma de decisiones más informada. Las empresas pueden realizar análisis más detallados y obtener información clave para la planificación y estrategia financiera, lo que contribuye a una mejor alineación con los objetivos corporativos.
Optimizar el flujo financiero dentro de las empresas es una prioridad estratégica y un objetivo transversal dentro de las organizaciones.
Hacer más eficiente, en particular el ciclo que compromete la gestión de gastos, es fundamental para garantizar la estabilidad y el crecimiento sostenible de la empresa.
A continuación, revisamos algunas estrategias clave para lograr este objetivo.
La automatización de los procesos financieros es una de las estrategias más efectivas para optimizar el flujo financiero. Implementar sistemas de gestión financiera integrados y software especializados para agilizar tareas como la generación de informes, la conciliación de cuentas y la gestión de pagos.
Al reducir la dependencia de procesos manuales, se minimizan los errores y se mejora la eficiencia operativa. Del mismo modo, se libera tiempo valioso que puede ser invertido en áreas más estratégicas.
La integración de sistemas es clave para garantizar la coherencia y la precisión de los datos financieros en toda la organización. Al conectar los sistemas contables, de gestión de inventario, CRM y otros que cumplan labores similares, se crea un flujo de información centralizado y trazable que facilita la toma de decisiones.
Los CFO pueden aprovechar las soluciones de integración de sistemas para eliminar silos de datos y mejorar la visibilidad de la información financiera en tiempo real. Así se optimiza el proceso de toma de decisiones y de seguimiento a los objetivos financieros.
Con soluciones digitales se facilita el seguimiento en línea y esto permite la integración de todos los participantes en el proceso. El control colaborativo de los costos da una mayor rentabilidad y manejo de imprevistos asociados al uso de herramientas que facilitan la colaboración entre equipos financieros y de operación.
El monitoreo constante y el seguimiento de los indicadores clave de rendimiento (KPI) son fundamentales para identificar áreas de mejora en el flujo financiero. Los CFO deben establecer métricas de desempeño relevantes como:
A su vez, los CFO deben utilizar herramientas de análisis avanzado para evaluar el rendimiento financiero en tiempo real. Al identificar y abordar proactivamente los cuellos de botella y las ineficiencias se optimiza el flujo financiero y mejora la salud general de la empresa.
No hay que subestimar el impacto de un flujo financiero bien gestionado. Al adoptar las mejores prácticas y soluciones tecnológicas adecuadas, es posible transformar la manera en que son manejados los procesos de todo el ciclo que va de la compra al pago y lograr resultados excepcionales.
Las empresas que implementan estrategias avanzadas y tecnologías innovadoras no solo superan los desafíos comunes, sino que también posicionan sus operaciones para el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo.
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